Descripción
Para lograr un mejor aspecto del rostro, en ocasiones conviene eliminar las cicatrices de la cara. La piel de esta zona es una de las más expuestas a los daños externos, pero también es nuestra carta de presentación. Por ese motivo, tener una piel sin imperfecciones o marcas es realmente importante.
El rostro es lo primero que mostramos a los demás, y es inevitable que te apetezca tener una buena presencia.
Podemos clasificarlas en diferentes tipos:
- Las normales aparecen como una línea fina, blanca o rojiza, sin abultamientos sobre la piel.
- También pueden ser atróficas, que son las más habituales cuando hemos sufrido acné. Son como pequeños hoyuelos por debajo del nivel de la piel.
- Las cicatrices hipertróficas y los queloides aparecen como un tejido grueso por encima de la piel y se deben al exceso de colágeno en la misma.
- Las contracturas son las cicatrices que quedan tras sufrir una quemadura.
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